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Recientemente se ha desarrollado una campaña astrobiológica al desierto de Atacama, a la zona conocida como El Salar Grande, organizada y desarrollada por científicos del equipo científico de REMS pertenecientes al Centro de Astrobiología (INTA-CSIC). Este ambiente extremo es uno de los lugares de la Tierra más secos, donde la falta de humedad permite simular en cierta manera los ambientes marcianos. Por ello, se considera como uno de los mejores análogos marcianos, sobre todo desde el punto de vista de ausencia de condiciones para la biología. Durante los últimos años ha sido visitado por científicos de todo el mundo, de varias agencias espaciales como ESA o NASA para hacer estudios científicos.  Valle donde se instaló la estación meteorológica (punto blanco en el centro de la imagen) con la “camanchaca” o niebla del Océano entrando al atardecer. |
En nuestro caso desarrollamos un completo estudio de habitabilidad. Pretendimos simular lo que se debería desarrollar en un hipotético estudio de habitabilidad en Marte, desarrollado de forma automática por alguno de los robots que se enviarán en el futuro al planeta rojo. En nuestro caso no se hizo de forma automatizada sino que de forma presencial, los científicos del CAB desarrollaron estudios de viabilidad para la vida en un ambiente tan desertizado como el que caracteriza a Atacama.
El objetivo científico era caracterizar los parámetros atmosféricos al igual que lo haría la estación meteorológica REMS en la superficie de Marte y, en paralelo, intentar entender como funcionaría un teórico ecosistema localizado en el subsuelo bajo condiciones de alta radiación ultravioleta y de periodos de extrema sequedad. Se localizó un lugar que por geomorfología pudiera simular un ambiente marciano y se instaló una estación meteorológica. Durante varios días se siguieron los parámetros atmosféricos y ambientales. Se instalaron igualmente sensores de temperatura y humedad a varias profundidades para ver como se relacionaba la capa superficial del suelo con la atmósfera. Una vez realizados estas medidas se muestrearon tres niveles superficiales para estudios microbiológicos. A partir de la integración de los resultados microbiológicos y ambientales intentaremos comprender como se integra un ecosistema de este tipo y su relación con los parámetros ambientales característicos de la zona.
Vista de la estación meteorológica tras ser instalada en la zona central del valle sobre lo que pudo ser originado por un corrimiento de tierra o outflow lateral en el pasado.
Pudo determinarse la presencia durante la noche de lo que en la zona es conocido como “la camanchaca” o niebla procedente del Océano Pacífico que eleva la humedad relativa. Debido a las bajas temperaturas nocturnas esta niebla se deposita en forma de escarcha. Arrastra altas concentraciones de sal procedente del Océano que, junto a la alta temperatura y radiación diurnas desertiza la zona, dificultando la presencia de vida.