Informe meteorológico con REMS del cráter Gale – año 33 mes 10
El décimo mes del trigésimo tercer año marciano es el primero de los tres meses del verano en el hemisferio sur marciano. Las temperaturas durante este mes han permanecido por debajo de cero, como ocurre en la mayor parte del año. La temperatura media ha sido aproximadamente de -40 °C, con una máxima media diaria que ha rozado los -12 °C, mientras que la mínima media se mantiene en torno a los -70 °C.
Cabe recordar, sin embargo, que las temperaturas oscilan cada día más de 60 °C. Atrás quedó la primavera, en la que la radiación solar alcanzó su máximo en el cráter Gale, y también lo hicieron sus temperaturas, que alcanzaron los +3 °C de máxima absoluta al mediodía en un par de soles (el día marciano se denomina sol), los más calurosos de todo el año. En el mes anterior se produjo el máximo anual de presión atmosférica, coincidiendo con el momento de máxima descongelación del hielo de CO2 del casquete polar sur marciano, que al incorporarse a la atmósfera en forma de vapor produjo el aumento en la presión.
La atmósfera es muy sensible al aporte o sustracción de CO2 pues es su principal constituyente. En el mes actual la presión comienza a descender suavemente a medida que el planeta se va acercando al equinoccio de otoño, momento en el que el CO2 de la atmósfera comienza a congelarse sobre el casquete polar sur, haciendo bajar la presión.
Como se esperaba, la presión de este mes es inferior a la del mismo mes del año anterior puesto que el rover ha ido ascendiendo por el Aeolis Mons y al aumentar la altitud, disminuye la presión. Para que el parte pueda ser entendido más fácilmente, incluiremos ejemplos de lo que ocurre en nuestro propio planeta. Por ejemplo, este mes hemos visto un fenómeno meteorológico en Marte prácticamente igual al que se da en algunos lugares de la Tierra, comparable a los vientos Foehn de Los Alpes o los vientos Chinook en las Montañas Rocosas y es la primera vez que se incluyen en un parte meteorológico marciano. Durante el atardecer se produce una capa de inversión térmica que proporciona las condiciones ideales para la generaciónde las denominadas ondas de montaña, las cuales tienen tanta fuerza que son capaces de hundir masas de aire que son más calientes que las del cráter hacía su interior. Las masas de aire caliente deberían ascender en lugar de descender, pero estos vientos las hunden hacia el interior del cráter, produciéndo grandes oscilaciones en la temperatura del suelo en muy poco tiempo. Este fenómeno produce además una rápida ventilación completa del cráter, algo único a lo largo del año marciano. El parte meteorológico detallado se puede consultar en la web de REMS.
Fuente: Jorge Pla-García, Antonio Molina, Javier Gómez Elvira y el equipo REMS