Revista Zoé. Número 4

20171213132711

La comunidad científica y, en particular, la astrobiológica, considera el estudio de Marte como objetivo fundamental para entender el origen y evolución de la vida en el universo. Tanto Marte como la Tierra experimentaron procesos de formación similares y con edad similar. Y un factor importante, nuestro planeta vecino es accesible, podemos enviar instrumentación para su estudio con relativa facilidad, en comparación con otros planetas. Así pues, Marte es el mejor escenario para buscar respuesta a una de las grandes preguntas de la humanidad ¿Existe vida similar a la de la Tierra, aunque sea menos evolucionada, en otras partes del universo?

Tras décadas de exploración, sabemos que el Planeta Rojo tuvo abundante agua líquida en el pasado, actividad volcánica, evidencias de tsunamis en su mar primitivo provocados por impactos de meteoritos o grandes glaciares de hielo de agua. En el Marte actual existen grandes masas de agua congelada en el subsuelo (permafrost) y forman salmueras líquidas en las laderas de mayor insolación, e incluso se forman nubes de partículas de hielo. La presencia de cuevas y tubos de lava inducen a imaginar hábitats en el subsuelo que sirvan de refugio a una hipotética microbiota marciana, similar a las bacterias extremófilas que conocemos en la Tierra. Es más, no podemos excluir la posibilidad de que la Tierra fuese sembrada de la vida procedente de Marte. Las misiones de exploración actualmente en Marte y las nuevas programadas para 2018 y 2020 (InSight y Mars2020 de NASA y ExoMars 2020 de ESA) nos permitirán conocer aún mejor el planeta.

Los astrobiólogos estamos convencidos de que aún queda mucho que investigar mediante misiones de exploración robótica in situ. El estudio de microorganismos extremófilos y de ambientes terrestres análogos a los que se han descubierto en Marte nos está permitiendo diseñar instrumentación y nuevos conceptos de misiones de exploración para la búsqueda de rastros de vida. Estamos viviendo momentos decisivos en la exploración planetaria y grandes y excitantes descubrimientos están por llegar.

Victor Parro García – Vicedirector del Centro de Astrobiología