El 19 de noviembre de 2019 celebramos el vigésimo aniversario de la constitución del Centro de Astrobiología (CAB) como centro mixto del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se creaba el CAB para generar sinergias entre dos organismos públicos de investigación, referentes en la tecnología y la investigación aeroespacial, con el fin de abordar cuestiones fundamentales de la Astrobiología. El arduo trabajo y la magnitud de los exitosos proyectos de los últimos 20 años en el CAB han hecho posible que participemos activamente en los principales proyectos y misiones espaciales internacionales. El alcance y la diversidad de los logros ha sido reconocida por el Ministerio de Ciencia e Innovación otorgando al CAB la Excelencia Científica «María de Maeztu» a través del proyecto «Evaluando la emergencia de vida como un fenómeno universal mediante la exploración planetaria». Este proyecto nos permite reforzar y fortalecer las interacciones entre las actuales líneas de investigación en el Centro y, al mismo tiempo, promover el crecimiento de nuevas áreas de investigación que se convertirán en nuevos proyectos transdisciplinares y de impacto.
El próximo decenio presenta nuevos desafíos y oportunidades para el Centro de Astrobiología. Los científicos del CAB tendrán una oportunidad sin precedentes de estudiar la atmósfera de Marte simultáneamente desde tres estaciones ambientales independientes que fueron construidas y están/estarán funcionando bajo su liderazgo (REMS, TWINS y MEDA). Asimismo, contribuirán a la ciencia y operación de RLS (Raman Laser Spectrometer) que volará en la misión ExoMars de la ESA tras su lanzamiento en 2022. Nuestra participación en Mars 2020 (MEDA) junto con nuestras potentes capacidades analíticas en tierra, para la detección e identificación de biomarcadores, nos posiciona en un lugar privilegiado para participar en el estudio de muestras de la misión de retorno de Marte (Mars Sample Return).
El advenimiento de instrumentación más precisa y sofisticada abrirá nuevas vías para la investigación espacial en la que los científicos del CAB están participando muy activamente. Particularmente relevante serán los telescopios espaciales PLATO (ESA), que buscará y caracterizará planetas similares a la Tierra y sus atmósferas; y JWST (NASA, ESA, CSA) que estudiará las nubes de polvo donde se están formando estrellas y sistemas planetarios; o HARMONI (ESA) un espectrógrafo óptico y de infrarrojo cercano instalado en el Extremely Large Telescope (ELT, Chile), que complementará ALMA y JWST en el estudio de las galaxias del universo temprano y la caracterización en detalle de exoplanetas, entre otros estudios.
Comprender los entornos potencialmente habitables de los miles de planetas por descubrir, junto con la identificación a distancia de potenciales biomarcadores, requiere de simulación e investigación en ambientes y procesos análogos en la Tierra para mejorar nuestra comprensión de cómo la vida puede existir e interactuar tanto en ambientes de superficie como en el subsuelo somero y profundo. El CAB cuenta con los medios, las instalaciones, y las personas adecuadas para abordar y contribuir al esclarecimiento de los principales retos de la Astrobiología en el futuro cercano y que, sin duda, proporcionarán otros 20 años de éxitos.
Victor Parro García – Director del Centro de Astrobiología