Massive stars play a significant role in the shaping and evolution of the Galaxy. Their stellar winds and strong UV fields continuously alter the structure, dynamics and chemical composition of the surrounding ISM. Still, their impact becomes even more relevant once they leave the main sequence. They turn unstable and progressively lose a significant fraction of their initial mass, evolving through a series of transitional phases toward their inevitable end as core-collapse supernovae. Among these post-main sequence stages, the luminous blue variable (hereafter LBV) phase acquires a particular relevance. Short-lived ( 104 yr) and intrinsically variable, the LBV phase exhibits the highest mass-loss rates –with values up to 10 4or 10 3 M y r 1–, by virtue of dense and steady winds often accompanied by violent outbursts that expel the outer stellar layers into the ISM. These processes lead to the formation of large and heterogeneous circumstellar nebulae of dust and gas, in which the mass-loss record of the central star is written. Despite having been exhaustively studied for decades at optical, infrared, and radio continuum wave lengths, the LBVphase still poses some of the most challenging questions of stellar astrophysics: whichis the evolutionary role of these objects? what drives their instability? which factors determine the shaping of the nebulae? […]
Interacción entre estrellas evolucionadas de alta masa y su medio circunestelar: una visión (sub) milimétrica de la pérdida de masa en variables luminosas azules
Las estrellas masivas desempeñan un papel fundamental en la evolución de la Galaxia. Sus vientos estelares e intensos campos UV modifican continuamente la estructura, dinámica y composición química del medio interestelar. Sin embargo, su impacto se vuelve más evidente aún cuando dejan atrás la secuencia principal. En ese momento, las estrellas masivas se vuelven inestables, y pierden, progresivamente, una fracción importante de su masa inicial, evolucionando a través de una serie de etapas intermedias hacia su inevitable fin como supernovas por colapso de núcleo. Entre estas fases posteriores a la secuencia principal, la fase de variable luminosa azul (LBV, por sus siglas en inglés) adquiere una especial relevancia. De corta duración ( 104 años), e intrínsecamente variable, la fase LBV exhibe las tasas de pérdida de masa más altas –hasta 10 4 o 10 3 M y r 1–, gracias a sus densos y constantes vientos estelares, en ocasiones acompañados por violentos estallidos que expulsan las capas más externas de la estrella al medio circundante. Estos procesos provocan la formación de enormes y heterogéneas nebulosas de gas y polvo, en las cuales está escrita la historia de pérdida de masa del objeto central. A pesar de haber sido estudiadas durante varias décadas en el óptico, infrarrojo y radio continuo, las estrellas LBV aún presentan algunas de las preguntas más desafiantes de la astrofísica estelar. ¿Cuál es el rol evolutivo de estos objetos? ¿Qué es lo que produce su inestabilidad? ¿Cuáles son los factores que determinan la forma de las nebulosas? […]